jueves, 13 de noviembre de 2014

Género y educación



Ilustracion Monica Carretero

Antecedentes

La importancia del tema de la equidad de género radica en la necesidad de construir una sociedad con igualdad de oportunidades, en la que el respeto por las diferencias sea la base de las relaciones entre las personas.
Las diferencias biológicas que determinan el sexo se han usado para justificar la desigualdad social entre mujeres y hombres, la cual es producto de costumbres, tradiciones y creencias socialmente construidas y se manifiesta en el acceso disparejo a los recursos, la información, la toma de decisiones y la prestación de servicios. De esa manera, más que en función de sus capacidades, mujeres y hombres actúan conforme a los roles de género que construyen a partir de las normas sociales de comportamiento.

Educación con perspectiva de género
La educación con perspectiva de género consiste en la formación de niñas y niños con base en principios de equidad entre los sexos. Esta tendencia abre el camino hacia la superación de la inequidad de género, ya que crea las condiciones para el acceso igualitario al mercado de trabajo y el cambio cultural en mujeres y en hombres (por ejemplo, la paternidad responsable y la repartición igualitaria de las labores domésticas), con lo que se favorece la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
La escuela se perfila como segundo ámbito de socialización. Como se ha demostrado, la educación actúa de manera directa en la construcción de una cultura, que a su vez puede cambiar o perpetuar formas de pensamiento y acción social, para mantenerlas jerarquizadas o para incidir en transformarlas. Asimismo, la educación permea con fuerza la construcción de las individualidades y de las identidades, que conforman la ingeniería del ser social. 
En la escuela, los docentes tienen la oportunidad de abordar el proceso educativo con una actitud promotora de la participación equitativa y conjunta entre niñas y niños. Por consiguiente, deben evitar que el lenguaje y el trato hacia alumnas y alumnos refuercen los estereotipos de género y por el contrario esforzarse en promover la comunicación y la relación social de niñas y niños, la cohesión, el trabajo y la colaboración en grupo, el respeto a normas y reglas y la no discriminación. Así, con acciones pertinentes dirigidas a incidir de manera favorable en el desarrollo de relaciones equitativas entre los sexos, es posible reorientar los mecanismos que transmiten los valores y concepciones tradicionales acerca de las mujeres y los hombres (por ejemplo, las normas que rigen el funcionamiento escolar, las costumbres, la distribución del aula y los lugares de recreo, los juegos, la forma de impartir la educación física, los contenidos de los programas y del material didáctico, entre otros).



martes, 11 de noviembre de 2014

Mi novio me controla... lo normal: Es complicado... El amor en los tiempos del Facebo...

Mi novio me controla... lo normal: Es complicado... El amor en los tiempos del Facebo...: El amor puede ser... muy complicado .  Todo el mundo conoce a alguien que se enamoró de quien no le hacía caso, algún amor impos...

Educar en igualdad para prevenir la violencia de género



Quizás estés estudiando en la Universidad o en el secundario, quizás trabajes en una empresa importante. Quizás tenga hijos e hijas o estés viviendo con tus padres. Puede que seas muy extrovertida y tengas muchos amigos o tal vez sea muy tímida y reservada. Puede que seas muy activa y esté siempre enredada en mil cosas, o sea artista, investigadora o buena mecánica. Pero, sean como sean, vivan donde vivan, muchas mujeres se levantan y se acuestan con el miedo, porque aquella persona con la que comparten o han compartido una relación las maltrata
y las hiere. 

PODEMOS PARAR LAS CADENA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO. CÓMO?

1- Tomar conciencia de que cualquier mujer puede
sufrir violencia.
2- Comprender cómo se produce la violencia de
género.
3- Reconocer las señales de peligro que lleven a la
violencia de género.
4- Actuar cuando intuimos o detectemos que pueda
existir un caso de violencia de género.
5- Aprender a compartir la vida en igualdad, desde el
respeto.
6- Aprender a amar, a relacionarnos y a querer desde
los buenos tratos.
7- Aprender a resolver los conflictos de forma pacífica
8- Desarrollar nuestra asertividad.
9- Exigir a nuestras familias, educadoras y educadores
que rechacen cualquier situación de maltrato verbal o físico, y que en los centros educativos se desarrollen cursos de Educación afectivo sexual y talleres de resolución de conflictos.
10- Colaborar sensibilizando e informando de forma
que ayudemos a prevenir y evitar la violencia de género.

El veinticinco de noviembre se celebra en todo el mundo el día Internacional contra la violencia de género. Este es posiblemente una de las heridas más terribles de la desigualdad entre mujeres y hombres. Y es un drama mucho más extendido de lo que pode-
mos llegar a imaginar. A cada instante, en las ciudades, en los pueblos, en los países del Norte, en los países del Sur, en la familia, en los lugares de trabajo, en las comunidades, tal vez muy cerca de ti, una mujer está sufriendo violencia.  
Solemos identificar la violencia de género con el maltrato dentro de la pareja, pero violencia de género es cualquier situación en la que la mujer sufre violencia por el simple hecho de ser mujer. Algunas tradiciones que van en contra de la libertad de las mujeres, como
la ablación, la trata de personas, la prostitución pero, también, el acoso sexual en el trabajo o los chistes machistas, es violencia contra la mujer.

• Se calcula que unas 66.000 mujeres mueren cada año por violencia machista. Pero estas cifras se quedan muy por debajo de la realidad: muchos países no contabilizan estas muertes porque no existe une legislación que castigue este delito de manera especifica. Sólo en
España, en los últimos 8 años han perdido la vida más de 625 mujeres, por violencia de sus ex parejas.

• Es en 1980, durante la II Conferencia Internacional del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Mujer realizada en Copenhague, cuando se plantea por primera vez la importancia de sacar a luz un asunto que se consideraba privado. A partir de esa fecha, la Legislación ha ido denunciando la violencia contra la mujer como un tipo de violencia
específica contra la dignidad del ser humano y obstáculo para la paz. Progresivamente se ha ido ampliando para establecer, en 1995, que todas las formas de violencia sexual y de tráfico de mujeres, son una violación de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas. Esta fue la primera vez que se aprobó una Resolución sobre las niñas.

domingo, 9 de noviembre de 2014

TE QUIERO... PERO NO MÁS QUE A MI VIDA



Ponencia de:  Ianire Estébanez
Psicóloga especialista en prevención de violencia de género.
Creadora de minoviomecontrola.com


 TE QUIERO… PERO NO MÁAÁAS QUE A MI VIDA

La construcción de nuevos modelos de amor






Si el lobo feroz y la princesa nunca fueron felices juntos ¿por qué reproduce nuestra sociedad

un atractivo masculino asociado a la agresividad? ¿Es el amor posesivo, celoso, inevitable,

agresivo, pasional, de amo y esclava… o podemos inventar nuestras formar de relacionarnos

más próximas al buen trato entre iguales? Conoceremos y debatiremos sobre intervenciones y

estrategias para trabajar desde el buen trato, el análisis crítico de los estereotipos y mensajes

culturales y el empoderamiento de las chicas jóvenes.



1. El amor lo puede todo… todo,todo?

“Te quiero más que a mis ojos, te quiero

más que a mi vida”… nos cantaba Conchita

Piquer hace unos años ya, quien también

admitía “no debía de quererte… y sin

embargo te quiero”.



El amor, el amor romántico y los ideales y

modelos del amor, tradicionalmente han

arrastrado ideas que, en ocasiones,

pueden ser perjudiciales para el

establecimiento de una relación de pareja

sana… emocionalmente hablando.



Te quiero por encima de todas las cosas, lo

más importante de mi vida eres tú, el amor

es ciego, perdonaría cualquier cosa por

amor” son muestras de una concepción

del amor como renuncia, pérdida,

ruptura de una identidad propia que “sin

otro a mi lado, no es nada”. Y junto con

esta concepción del amor como renuncia,

encontramos otra serie de mitos e ideas

estereotipadas fomentadas por la cultura

romántica, que anhela la búsqueda de una

media naranja. Estos mitos anuncian que

el destino prefijado para todas las

personas es conseguir una pareja, casarse

y la idealización de la vida y convivencia

con el “y fueron felices y comieron

perdices”. Así, la búsqueda del príncipe

azul, o la princesa, a veces supone

dificultades y luchas, como bien reflejan

las películas de amor, pero todas parecen

concluirse en un final mágico y feliz

conseguido por esa infinita palabra que

tanta significación puede llegar a tener: el

amor.

Desafortunamente, el amor no siempre

conlleva una vida ideal, y en ocasiones los

sufrimientos y penurias que se viven con el

mismo, terminan siendo renuncias reales a

una vida propia, o el mantenimiento de

una relación destructiva con una persona

que más que querer, malquiere, que más

que amar, utiliza, que más que tratar bien,

mal-trata. En esas situaciones, el amor, el

tan ansiado amor, supone, más que un

elemento positivo, una dificultad tremenda

para percibir que el daño que se nos está

haciendo es excesivo.

En las relaciones de violencia, o de

maltrato, frecuentemente nos han hablado

de cómo existen elementos sociales que

dificultan salir de una relación violenta.

Pero además de los aspectos sociales, la

dependencia emocional, puede ser un

elemento que facilita el silencio y el

mantenimiento de una relación por muy

perjudicial que ésta sea. Y, aunque pocas

veces nos paramos a pensarlo, nuestra

concepción del amor también puede estar

ejerciendo una influencia enorme en el

silencio, en el no quiero ver, no quiero

aceptar, me niego, lo conseguiremos, algún

día cambiará…



2. El concepto de amor romántico es algo del pasado… ¿o no?

En las generaciones jóvenes no parece

mantenerse una práctica tradicional de

pareja. Las generaciones jóvenes ya no se

casan, generalmente, con 18 años “con su

único novio”, y en ocasiones no viven toda

una vida juntos, sino que van teniendo

relaciones esporádicas, y más o menos

duraderas, con varias parejas a lo largo de

su juventud.

Novios, exnovios, churris, rollos, rollitos,

relaciones complicadas, relaciones abiertas,

relaciones sin compromiso, idas y vueltas,

follamigos… forman parte del repertorio de

relaciones que se mantienen en la

actualidad.

Sin embargo, a pesar de que las

adolescentes y jóvenes “no se casan para

toda la vida” desde el primer día, sí

mantienen una concepción del amor

eterno e ideal, casi desde el primer día,

incluso en algunas relaciones esporádicas.

Así, podemos ver múltiples

representaciones, realizadas por jóvenes

sobre la idea que mantienen sobre el

amor: “sin límites, para siempre, supone

perder, supone sufrir, cuanto más duele,

menos se olvida, el que no es celoso, no

ama, el amor y el odio son dos pasos, el

amor es una trampa, no lo puedes evitar,

deja marcas imborrables…”. Y la música, las

películas, las series de televisión y las

lecturas más exitosas entre las

adolescentes, siguen perpetuando esas

ideas tradicionales casi de forma “calcada”.

De esta forma, concepciones del amor

tradicional del “para siempre”, se siguen

reproduciendo en generaciones jóvenes

aunque éstas se relacionen con una

duración limitada. Es decir, estamos

asistiendo a una convivencia de ideas

tradicionales sobre el amor, con “nuevas

formas” de relación, que supone una

serie de cargas y frustraciones: si mi

concepto de amor es infinito, pero en la

práctica, mis parejas son finitas, cada

separación, cada fracaso amoroso, cada

elección de pareja que no salió bien se van

acumulando en mi “historia sentimental y

afectiva” y van cargándose y

acumulándose con el tiempo. Así, se

puede escuchar a algunas chicas decir, con

tan sólo 17 años, haber experimentado ya

“tantos fracasos” amorosos, que han

perdido toda esperanza en conseguir que

una relación “funcione”.

¿Hasta dónde esta concepción del amor,

puede suponer un riesgo?

Conocemos que la violencia de género

puede estar presente en la juventud, y en

las relaciones que las chicas establecen

con los chicos ya desde el noviazgo. Y en

las investigaciones realizadas para analizar

cómo se manifiesta esta violencia entre las

generaciones jóvenes, la presencia de una

concepción idealizada del amor por parte

de ellas, facilita el silencio, la negación, la

justificación, el perdón y el olvido, de

comportamientos que con el tiempo van

acentuando y dificultando la salida de una

relación destructiva. La normalización de

comportamientos que tienen que ver con

una idea del amor celoso, posesivo,

agresivo… se reproducen con una facilidad

pasmosa, en la que las chicas, admiten a

veces “engancharse con el tío más malo” y

no poder evitarlo. El cuento tradicional

decía que Caperucita veía algo en el Lobo

que le hacía sospechar: las orejas, los

dientes, los ojos. El peor final de las

historias reales es que a veces las chicas

no puedan percibir estas señales… para

defenderse en consecuencia.



3. ¿Qué nos queda… si nos

“prohíben” el amor?

El ideal de amor romántico está presente

en todas las generaciones, y las jóvenes,

como vemos, no son una excepción.

En los chicos, se presenta como la

idealización de una pareja perfecta en

todos los sentidos que no les fallará nunca

y estará disponible en todo momento para

ellos… (pero que nunca encontrarán), y en

las chicas en la necesidad de renuncia de

la propia vida para conseguir el amor,

sumada al miedo a la soledad que para

ellas representa la idea de que no tener

pareja, es ser “menos mujer”,”valer menos”,

“tener algún defecto”, “ser demasiado difícil

o insoportable” “haber fracasado” o “no

haberlo intentado suficiente”.

En el trabajo de sensibilización para la

prevención de la violencia en las

relaciones, es fundamental trabajar con las

y los jóvenes, adaptando nuestras

iniciativas, medios y mensajes a su

lenguaje, sus actitudes y sus

comportamientos, para acercarnos a ellos

y ellas desde una óptica cercana y

fácilmente aplicable a su vida real. Sin

embargo, intentar “romper” de pleno con

su concepto de amor, en ocasiones

supone un muro infranqueable, e intentar

objetivizar las ilusiones y emociones una

misión imposible. Por ello, la construcción

de nuevos modelos de amor, de nuevas

concepciones del amor en la pareja, nos

permite trabajar con ellas y ellos en el

establecimiento de límites emocionales

saludables para su bienestar, el trabajo

con los miedos y faltas de autoestima

propias (que están presentes en el

establecimiento de relaciones tóxicas), el

mantenimiento de espacios personales

necesarios para el crecimiento personal, y

en definitiva, en el fomento de

concepciones del amor que no supongan

sólo pérdida, dolor, sufrimiento,

irremediabilidad… sino un pacto sano,

equilibrado, igualitario, donde tanto

importa lo que se da como lo que se

recibe, por el que ambos miembros de la

pareja se esfuerzan y disfrutan. Un amor

que no suponga una “lucha de una contra

el mundo entero”, sino una construcción y

un riego constante, gota a gota, por parte

ambos miembros.

Cambiar del “te quiero más que a mi vida”

al “te quiero… pero no más que a mi

vida”, supone alejarse del destino de la

media naranja… a la concepción de las

naranjas completas. Considerar que querer

a alguien no tiene por qué implicar

renunciar a todo, olvidarme de mi misma,

no valorarme si no estoy contigo, pensar

que tú eres lo primero… y yo lo último.

Considerar que no es imposible querer a

alguien y quererme a la vez. No olvidarme

de mí, la persona con la que pasaré toda la

vida del principio al fin, por entregarme sin

límites al lobo con el que me encuentre en

el camino.



4. Un amor en constante construcción. De cómo Google nos habla de él.

Construir nuevos modelos de relación, de

amor y de pareja, está, así, en manos de

todas y todos. Para construirlas

necesitamos herramientas y medios, que

desgranaremos en esta ponencia.

Analizaremos las nuevas tecnologías como

un medio en constante construcción, que

forma parte del lenguaje diario de las

generaciones digitales”, y es el primer

medio al que acuden para informarse,

relacionarse y/o solicitar un apoyo. Así, lo

que encuentran en Google forma parte de

su realidad, y lo que no está disponible a

partir de los buscadores… no reclama su

interés. Sin embargo, podemos aprovechar

la potencialidad de internet, y las redes

sociales, para desmontar mitos y

estereotipos, fomentar una actitud crítica

con respecto a los mensajes de los medios

de comunicación, y promover la

participación y el empoderamiento de las

propias jóvenes en la construcción de

estos mensajes.

Analizaremos la experiencia desde el blog

mi novio me controla… lo normal”, y cómo

contactan las jóvenes con el mismo, a

través de la publicación de contenidos

sobre el amor y los estereotipos, y

analizaremos el uso de internet por parte

de los y las jóvenes para encontrar

elementos positivos que reforzar en las

chicas. Porque aunque existen riesgos, y

violencias virtuales en la red, también

coexisten medidas para protegerse de

ellas, y cada vez resulta más necesario

fomentar en las chicas jóvenes un

empoderamiento en lo virtual para no

aislarse, sino construir este mundo, de

diferentes formas, desde dentro.

Porque los cuentos… nos los han

contado, pero los podemos transmitir

de otra forma.

Podemos construir un tquiero +

mequiero que nos lleve a la =dad.


  Fuente